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Catholic News Herald

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Las apariciones de la Virgen de Fátima son famosas por el “secreto”, dividido en tres partes, que fue transmitido a la humanidad.

De estas, la más famosa es la tercera, conocida comúnmente como el “tercer secreto”, que se mantuvo de manera confidencial en el Vaticano hasta el año 2000, cuando el Papa San Juan Pablo II decidió hacerlo público. En términos generales, la tercera parte del secreto se refiere al conflicto del siglo XX entre la Iglesia y la Rusia comunista.050721 The third secret of Fatima

EL “TERCER SECRETO”

Sor Lucía escribió: “Después de las dos partes que ya he expuesto, hemos visto al lado izquierdo de Nuestra Señora un poco más en lo alto a un ángel con una espada de fuego en la mano izquierda; centelleando emitía llamas que parecía iban a incendiar el mundo; pero se apagaban al contacto con el esplendor que Nuestra Señora irradiaba con su mano derecha dirigida hacia él; el ángel señalando la tierra con su mano derecha, dijo con fuerte voz: ¡Penitencia, Penitencia, Penitencia! Y vimos en una inmensa luz que es Dios: ‘algo semejante a como se ven las personas en un espejo cuando pasan ante él’ a un obispo vestido de blanco ‘hemos tenido el presentimiento de que fuera el Santo Padre’. También a otros obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas subir una montaña empinada, en cuya cumbre había una gran Cruz de maderos toscos como si fueran de alcornoque con la corteza; el Santo Padre, antes de llegar a ella, atravesó una gran ciudad medio en ruinas y medio tembloroso con paso vacilante, apesadumbrado de dolor y pena, rezando por las almas de los cadáveres que encontraba por el camino; llegado a la cima del monte, postrado de rodillas a los pies de la gran Cruz fue muerto por un grupo de soldados que le dispararon varios tiros de arma de fuego y flechas; y del mismo modo murieron uno tras otro los obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas y diversas personas seglares, hombres y mujeres de diversas clases y posiciones. Bajo los dos brazos de la Cruz había dos Ángeles cada uno de ellos con una jarra de cristal en la mano, en las cuales recogían la sangre de los mártires y regaban con ella las almas que se acercaban a Dios”.

ESPADA DE FUEGO

El ángel con la espada de fuego representa el juicio que caería sobre el mundo si no fuera por la intercesión de María, que irradia la luz que detiene la espada de fuego. “La perspectiva de que el mundo podría ser reducido a cenizas en un mar de llamas, hoy no es considerada absolutamente pura fantasía: el hombre mismo ha preparado con sus inventos la espada de fuego”, dijo sobre el tema el Cardenal Ratzinger.

Durante la consagración del mundo al Corazón Inmaculado de María en 1984, la segunda de las peticiones de San Juan Pablo II fue: “De la incalculable autodestrucción, de todo tipo de guerra, líbranos”.

EL OBISPO DE BLANCO

El tercer secreto revela que los videntes, luego de ver una inmensa luz proveniente de Dios, tuvieron “el presentimiento de ver al Papa”. Además, el Santo Padre junto a otras personas subió a una montaña empinada “en cuya cumbre había una gran Cruz de maderos toscos”.

El viaje del Papa y sus acompañantes “a través de la ciudad en ruinas” sugiere que la Iglesia deberá atravesar la destrucción que acompaña a la guerra y que evoca el sufrimiento del Pontífice al ser incapaz de detenerla.

APARENTE MUERTE DEL OBISPO

Esto parece referirse al intento de asesinato de San Juan Pablo II el 13 de mayo de 1981, en el aniversario de la primera aparición de la Virgen de Fátima.

Los críticos de la interpretación dada por la Santa Sede apuntan al hecho que San Juan Pablo II no murió. Sin embargo, si en la visión Lucía vio que le dispararon al Papa y cayó al suelo, ella pudo haber pensado que fue asesinado, aún si en realidad solo estaba herido gravemente; además, la intercesión de María cambió lo que pudo haber sucedido. Después de leer el tercer secreto, San Juan Pablo II atribuyó su supervivencia a María.

LA JARRA DE CRISTAL

Los ángeles que “recogían la sangre de los mártires y regaban con ella las almas que se acercaban a Dios” son un poderoso símbolo de la salvación y enseñan la importancia de su sangre. 

El Cardenal Ratzinger señaló en su interpretación que “la visión de la tercera parte del ‘secreto’, tan angustiosa en su comienzo, se concluye pues con un imagen de esperanza: ningún sufrimiento es vano y, precisamente, una Iglesia sufriente, una Iglesia de mártires, se convierte en señal orientadora para la búsqueda de Dios por parte del hombre”.

SECRETO REVELADO

A pesar de que algunos piensen lo contrario, el Vaticano ha revelado todo el secreto. Benedicto XVI señala que “quien lee con atención el texto del llamado tercer ‘secreto’ de Fátima... tal vez quedará desilusionado o asombrado después de todas las especulaciones que se han hecho. No se revela ningún gran misterio; no se ha corrido el velo del futuro”. 

OTRAS INTERPRETACIONES

Dado que la Santa Sede no ha definido infaliblemente la materia, son posibles otras interpretaciones. Pero esto no quiere decir que otras interpretaciones sean racionales, sobre todo si se apartan de las líneas principales de la expresada por la Santa Sede.

Sor Lucía misma indicó que estaba de acuerdo con la interpretación ofrecida por el Vaticano y reiteró su convicción que la visión de Fátima se refiere sobre todo a la lucha del comunismo ateo contra la Iglesia y los cristianos, y describe el inmenso sufrimiento de las víctimas de la fe en el siglo XX.