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Mes del Respeto a la Vida: Foco en la pornografía

foleyEn los tiempos modernos, la prevalencia de la pornografía se ha convertido en un problema para los padres. Les presentamos cinco pasos que los padres pueden tomar para criar hijos castos en un mundo de pornografía.

1. Padres, enseñen a sus hijos el verdadero significado de la sexualidad humana y edúquenlos en castidad.

Formar a hijos en la castidad es una de las responsabilidades más importantes que tienen los padres. Vivimos en una cultura altamente sexualizada, y los niños reciben educación en sexualidad todo el tiempo.

Contrariamente a la idea que la Iglesia rechaza el sexo, la Iglesia quiere preservar el verdadero significado del amor, incluida la sexualidad. La relación sexual matrimonial, tal como Dios la diseñó, sirve para promover la unidad del esposo y la esposa y la creación de una nueva vida (ver Génesis 1:28; 2: 23-24).

Los padres deben explicar a sus hijos el poder del sexo. Una analogía a utilizar es que la sexualidad es como un fuego. Un fuego en la chimenea es bueno; su resplandor trae calidez, luz y alegría al hogar. Un incendio en el medio del piso de la sala es malo; sin los límites adecuados, puede quemar toda la casa hasta los cimientos.

2. Tenga en cuenta la disponibilidad generalizada de pornografía y el hecho que muchos niños están expuestos a ella a edades tempranas.

La edad promedio de la primera exposición a la pornografía es de 11 años.

Algunos niños están expuestos a la pornografía inadvertidamente cuando están online. Otros están expuestos debido a la curiosidad natural sobre sexualidad humana.

A menudo, los padres temen que enseñar a sus hijos sobre sexualidad signifique decir “demasiado y muy pronto”. Pero dadas las edades tempranas en que los niños pueden ver pornografía por primera vez, desafortunadamente lo que sucede con más frecuencia es que los padres dicen “muy poco y demasiado tarde”. La educación en la castidad puede comenzar a edades tempranas fomentando la modestia, el respeto por el cuerpo y el autocontrol.

3. Si tiene problemas con el uso de la pornografía, busque su propia curación para ser un buen ejemplo y testigo del amor casto por sus hijos.

A muchos padres les resulta difícil abordar temas como la sexualidad o pornografía con sus hijos debido a la vergüenza que sienten por sus propios pecados y luchas sexuales, pasadas o presentes. La historia de sanación de un padre es una historia poderosa de redención y conversión.

Padres, si personalmente luchan o han luchado contra la pornografía u otros pecados sexuales, nunca es demasiado tarde para dar un buen ejemplo a sus hijos. Busque la ayuda que necesita de la Iglesia, consejeros profesionales o grupos de apoyo locales para superar los hábitos pecaminosos que lo han agobiado.

4. Esté atento a la tecnología que permite se utilice en su hogar y establezca límites estrictos instalando software de filtrado y educando a sus hijos sobre el uso de la tecnología.

La tecnología, y particularmente Internet, es ahora la puerta principal de acceso a la pornografía. Todo, desde iPods hasta consolas de juegos, desde computadoras portátiles a tabletas, desde televisores a teléfonos inteligentes, todos los dispositivos que se conectan a Internet pueden acceder a pornografía. Por lo tanto, es importante que los padres sigan esta regla: si no estoy dispuesto a vigilarlo, no lo permitiré.

Cuando se trata de proteger a nuestros hijos del peor contenido online, un buen control parental puede ser de gran ayuda. A continuación se ofrecen algunos consejos:

  •  Instale filtros de Internet en todos los dispositivos conectados a Internet: computadoras domésticas, portátiles, tabletas, teléfonos, etc.
  • Establezca una cultura de responsabilidad en su hogar. Junto con el software de filtrado, los padres también deberían recibir informes de responsabilidad en Internet. La responsabilidad no se trata de “descubrir” a los niños haciendo mal uso, sino de ayudarlos a pensar de manera más crítica sobre su utilización de Internet.
  • Utilice “búsqueda segura” en todos los navegadores. Si bien estos no son infalibles, pueden proporcionar una capa adicional de protección.
  • Hoy en día, muchos dispositivos móviles vienen con controles parentales integrados que limitan el tipo de contenido y aplicaciones que los niños pueden acceder en estos dispositivos.

Una preocupación que los padres deben tener en cuenta son las interacciones sexuales en línea. En primer lugar, está el problema generalizado del “sexting”: enviar mensajes, imágenes o videos sexualmente explícitos a través de mensajes de texto, correo electrónico o redes sociales.

La segunda amenaza son los depredadores sexuales online que se aprovechan de la vulnerabilidad de los adolescentes. Los depredadores online utilizan principalmente las redes sociales para identificar y preparar a sus víctimas.

Probablemente siempre habrá tanto adultos como adolescentes que busquen manipular y abusar de los demás para obtener placer y poder sexual. Los padres deben engendrar sabiduría en sus hijos hablando sobre el cuerpo y su carácter sagrado. Enséñeles que debemos mantener en privado ciertas partes del cuerpo, no porque el cuerpo sea malo o vergonzoso, sino porque solo su cónyuge debe verlo “desnudo y sin vergüenza”, como dicen las Escrituras (Génesis 2:25).

También enseñe a sus hijos a desconfiar de los desconocidos que están online. Sus hijos deben saber que si eligen ser vulnerables online, ya sea emocional o sexualmente, hay personas que se aprovecharán de eso.

5. Cultive relaciones amorosas y de confianza con sus hijos para que se sientan cómodos al dirigirse a usted con preguntas sobre sexualidad o imágenes sexuales que pueden haber visto inadvertidamente.

Los padres, cuando brindan a sus hijos estructura y apoyo, no serán autoritarios (extremadamente exigentes sin calidez) ni permisivos (muy receptivos y cálidos sin expectativas), sino cariñosamente autoritarios.

Los padres permisivos (puro apoyo, poca disciplina) sin querer entrenan a sus niños para que crean que todos sus caprichos y deseos son buenos. Estos padres creen falsamente que la mejor manera de nutrir el carácter de un niño es a través de menos reglas y más amor familiar. Estos padres indulgentes crían hijos que fácilmente se adentran en el campo minado del pecado sexual y tienen poca experiencia en resistir tentaciones y deseos.

En el otro extremo, los padres autoritarios (pura disciplina, poco apoyo) crían niños que buscan refugio en cualquier lugar menos en casa. Estos padres crean un hogar demasiado crítico, desprovisto de afirmación y estímulo. Los niños de estos hogares comienzan a creer que sus padres no se preocupan por ellos o que nunca estarán a la altura de sus expectativas. Estos padres estrictos, sin desearlo, llevarán a sus hijos al campo minado del pecado sexual.

Pero cuando los padres brindan una disciplina sólida y un apoyo amoroso a sus hijos, crían hijos sabios que desean la rectitud y niños amados que saben que pueden acudir a sus padres en busca de ayuda y misericordia. Dios siempre está dispuesto a entregarnos misericordia. A través de interacciones amorosas con un padre, los niños llegan a experimentar y luego aprenden a confiar en Su misericordia.

 

Ryan Foley es consultor de seguridad en Internet y vicepresidente de desarrollo comercial de Covenant Eyes, un servicio de filtrado y responsabilidad de Internet. Este artículo es parte de la serie “Corazones limpios” de la USCCB y un recurso complementario de la declaración pastoral de 2015 de los obispos de Estados Unidos. “Crea en mí un corazón limpio: una respuesta pastoral a la pornografía”.