diofav 23

Catholic News Herald

Serving Christ and Connecting Catholics in Western North Carolina
Pin It

Deseos de mejora personal no van de la mano con consultas a videntes

Es una costumbre muy extendida que a principios de año las personas establezcan propósitos para realizarlos durante los próximos doce meses.

Rebajar de peso, hacer más ejercicio, dejar de fumar, aprender otro idioma o a ejecutar un instrumento musical son los más comunes.

Pero también hay aquellos que, resaltando su vida interior, determinan propósitos de carácter espiritual.

El P. José Luis González Santoscoy, sacerdote de la Arquidiócesis mexicana de Guadalajara que también dirige un apostolado en redes sociales, propone cuatro consejos para que los propósitos del Año Nuevo no se queden solo en buenos deseos.

• Menos es más

“No trates de abarcar mucho porque abandonarás todo. Es importante que te plantees un objetivo que te atraiga y sea posible de realizar, ya que en ocasiones nos ponemos una lista interminable de cosas por cambiar, porque queremos ser perfectos de la noche a la mañana y esto termina siendo una carga pesada que nos mata en lugar de motivarnos”, asegura el sacerdote.

• Pon un objetivo concreto

“Sé específico en lo que quieres para que logres obtener resultados”, sugiere el presbítero.

“Por ejemplo, a veces decimos, seré el mejor papá. Eso no ayuda, más bien ¿qué me llevará a ser mejor papá? Por ejemplo, pasaré más tiempo con mi esposa y mis hijos. Sé específico y busca propósitos concretos”.

•Un día a la vez

“Si piensas que tu objetivo lo vas a trabajar los 365 días del año, en automático pensamos que es muchísimo, por ello hay que vivir un día a la vez”.

“No excedas tus propias limitaciones. Esto te ayuda a ir obteniendo resultados visibles y reales, lo cual te motivará bastante porque irás aumentando en confianza al ver resultados”, exhorta el sacerdote.

• Busca apoyo

El P. González anima a conversar con la familia y los amigos sobre estos propósitos para que ellos también te ayuden y te motiven. “En ocasiones podemos flaquear y necesitamos de alguien que nos ayude a retomar el camino”.

“Recuerda que en la medida en que estemos cerca del Señor, Él nos ayudará a perseverar. Nunca te des por vencido”, concluye.

Magos y predicciones

En los días previos a la celebración del Año Nuevo proliferaron los pronósticos y adivinaciones sobre lo que sucederá en 2020.

Algo que muy pocos toman en cuenta al recurrir a estos supuestos adivinos, es que ni siquiera los demonios pueden ver el futuro, tal como lo explica el sacerdote José Antonio Fortea, especialista en el tema y exorcismo.

En su libro Summa Daemoniaca, el P. Fortea advierte: “No hace falta decir que si el futuro no es posible conocerlo ni invocando a los demonios, mucho menos con esas prácticas de astrología, cartomancia, etcétera”.

“Los demonios no lo saben todo, solo lo que pueden deducir, pero ellos no ven el futuro”, señala.

El sacerdote español escribe además que “los mismos que practican esas supercherías son la prueba viviente de que por ese medio no se puede obtener ningún beneficio”.

“Los únicos que sí que suelen obtener algún beneficio de tales adivinaciones, son los embaucadores profesionales que son los primeros en no creer en ellas y que saben dosificar sus predicciones para no pillarse los dedos”, señala.

El P. Fortea es enfático en que “nunca ningún cristiano bajo ningún concepto debe consultar a este tipo de personas”, pues “la consulta a un mago, vidente o santón constituye siempre un pecado grave”.

— Condensado de Aciprensa