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Catholic News Herald

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052220 sucideCHARLOTTE ­— Mayo es el Mes de Concientización sobre la Salud Mental.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), define la salud mental como un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, trabajar de forma productiva y es capaz de hacer una contribución a su comunidad.

En 2018, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades en Estados Unidos (CDC) advirtieron sobre el constante crecimiento de los índices de suicidio en el país. “En 2016, murieron por suicidio casi 45 000 estadounidenses de10 años o mayores. El suicidio es la décima causa principal de muerte y una de solo tres causas principales de muerte que están aumentando”, señalaron en un informe.

Prevención de suicidio

Para ofrecer un primer vistazo a la problemática del suicidio en nuestra comunidad, Rita Dominguez, coodinadora del Ministerio Latino de la Salud de Atrium Healthcare, ofreció una sesión de capacitación dirigida a los integrantes del Ministerio de la Salud del vicariato de Charlotte.

Domínguez reveló que las personas, una vez que se revela un problema mental, regularmente toman diez años antes de solicitar ayuda de salud mental, impactando su vida social. “Cada año más de 800 mil personas mueren en todo el mundo por suicidio”, dijo, “y en Estados Unidos por cada suicidio hay otros 25 intentos de quitarse la vida”.

La buena noticia es que, “el suicidio se puede prevenir, como cualquier otro tipo de enfermedades, por lo que es importante conocer las señales de advertencia e intervenir rápidamente para salvar vidas”, resaltó.

Según explicó la especialista, factores de salud mental, enfermedades graves o crónicas, antecedentes familiares, estrés prolongado o acontecimientos personales, entre otras causas, podrían llevar a una persona a considerar terminar con su vida.

Lo que dicen los potenciales suicidas sobre poner fin a su vida, no tener una razón para vivir, el ser una carga para los demás, es importante para identificar el riesgo. “Pero no solo es lo que se dice, sino también cómo se comporta. El aumento de consumo de alcohol y drogas, problemas para dormir, abandono de actividades, el aislarse, investigar el suicidio y regalar posesiones puede indicar que la persona está en camino de suicidarse”, explicó Domínguez.

En caso llega a detectar a un potencial suicida, hay que acercarse, hablarle en privado, “y dedicarle el tiempo necesario para escuchar”, evitando menospreciar sus sentimientos, convencerlos de que “vale la pena vivir” y dar consejos “para arreglar las cosas”.

Con la crisis de COVID-19, algunas personas pueden experimentar problemas de salud mental. Por ello, la Coalición de Fe y Salud, una organización sin fines de lucro que tiene como misión crear una comunidad más saludable, integral, confiable y segura, ha abierto la línea directa (980)500-9541 para atender llamadas en español, de lunes a viernes, a fin de brindar apoyo a quienes lo soliciten.

En junta de la Coalición de Fe y Salud participa un prepresentante del Ministerio Hispano del Vicariato de Charlotte.

Por otra parte, la línea nacional de prevención de suicidio es 1-800-273-TALK y atiende en varios idiomas las 24 horas del día los siete días de la semana.

Si necesita ayuda, envie un texto con la palabra TALK al 741741. Para mayor información, visite suicidepreventionlifeline.org/help-yourself/en-espanol.

— César Hurtado, reportero