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Catholic News Herald

Serving Christ and Connecting Catholics in Western North Carolina
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031221 vacsCHARLOTTE — Las iglesias son lugares de esperanza y sanación, y ahora esa misión se está aprovechando para conectar a las comunidades insuficientemente atendidas con el acceso a las vacunas COVID-19 para combatir la pandemia. Parroquias en Charlotte, Greensboro y Thomasville se encuentran entre aquellas que se asocian con proveedores de atención médica locales para organizar campañas de vacunación contra el COVID-19, a medida que los suministros de vacunas se encuentran disponibles.

Entre las primeras en albergar una clínica de vacunación se encuentra la Iglesia Nuestra Señora de Guadalupe en Charlotte, que el 11 de febrero y el 11 de marzo atendió a más de 270 personas que se presentaron para recibir su primera y segunda dosis de la vacuna.

“El primer día de vacunación aquí fue durante la fiesta de Nuestra Señora de Lourdes, el 11 de febrero, fecha en que la Iglesia conmemora el Día Internacional del Enfermo”, dijo el pastor de Nuestra Señora de Guadalupe, el Padre Vicentino Gregorio Gay. “Una de las formas en que podemos orar por nuestros enfermos y hacer todo lo posible para cuidarlos es vacunándonos”, señaló.

El Padre Gregorio fue uno de los que recibieron la vacuna contra el COVID-19 en la clínica patrocinada por su parroquia, organizada por el ministerio de salud parroquial y Atrium Health.

Rita Domínguez, gerente del proyecto de salud comunitaria de Atrium Heath, explicó que, “como parte de nuestra colaboración ‘Inmunidad comunitaria para todos’, nos asociamos con organizaciones comunitarias que cuentan con la confianza de comunidades desatendidas para llevarles recursos, servicios y apoyo. Queremos eliminar las barreras, como el transporte y acceso a Internet, necesarias para concertar una cita”.

Los tres sacerdotes de la parroquia de mayoría latina más grande de la diócesis han enfatizado la importancia de recibir la vacuna, recordando el mensaje del Día de Año Nuevo del Papa Francisco sobre la creación de una cultura de atención, asistencia y cuidado, dijo el Padre Gay.

“También hemos motivado a la gente, como pidieron los obispos de Estados Unidos. Como expresaron, vacunarse es un acto de caridad y solidaridad”, dijo. “Por eso quería ponerme la vacuna. Entramos en contacto con mucha gente, y no quiero infectar a nadie. Una de las formas de prevenir eso fue el vacunarme yo mismo”.

Ver a la gente de la comunidad que llegaba para vacunarse hizo que Claudia Cárcamo se emocionara. Cárcamo, coordinadora de seguridad y medioambiente de la parroquia, dijo que brindar la oportunidad de ayudar a la población latina desatendida, vecina de la iglesia, fue “un alivio”.

Una pareja de adultos mayores que llegó a recibir sus vacunas necesitaba ayuda para entrar y salir de la iglesia, recordó. “Fue emotivo porque ves esa situación, necesitan ayuda. Me alegra saber que la parroquia puede brindar este servicio. Siempre estamos tratando de hacer lo mejor, porque Dios nos está enseñando cómo ser los mejores servidores de la comunidad”.

También ayudó a conectar a su comunidad local con el acceso a las vacunas la Iglesia Nuestra Señora de los Caminos en Thomasville, que organizó una clínica de vacunación el 6 de marzo junto con Thomasville Pediatrics y el Departamento de Salud del Condado Davidson. Se administraron casi 600 primeras dosis de la vacuna Pfizer.

031221 Church vaccine sitesEl Padre Gabriel Carvajal-Salazar dijo que los feligreses tenían menos miedo porque pudieron aprender y recibir la vacuna en la comodidad y familiaridad de su iglesia local.

Además de ofrecer familiaridad y una fuente confiable de información, las iglesias a menudo son más accesibles y están ubicadas en áreas desatendidas, en comparación con hospitales, clínicas de salud y consultorios médicos.

La Iglesia Nuestra Señora de la Consolación en Charlotte, cuyo ministerio de salud ha establecido una sólida asociación con Atrium Health para proporcionar mensualmente pruebas e información de COVID-19, se asoció con la vecina Iglesia Presbiteriana C. N. Jenkins para albergar una clínica de vacunación el 5 de marzo. Atrium Health pudo administrar 350 dosis ese día.

Las ubicaciones de esas iglesias sobre la calle Statesville Avenue en Charlotte las convierte en lugares ideales para un esfuerzo de divulgación de vacunación, dijeron los organizadores. No solo son familiares y cercanos, sino que más pequeños y menos intimidantes que los sitios de vacunación a gran escala, especialmente para los adultos mayores, las personas que no conducen o aquellos que se sienten incómodos de ir a lugares grandes.

“Muchas de las personas de este vecindario no pueden conducir hasta el estadio Bank of America o el Charlotte Motor Speedway, por lo que es bueno tener esto muy cerca a ellos”, dijo Ron Berry, líder del ministerio de salud de la parroquia Nuestra Señora de la Consolación.

“Confían en la iglesia. Confían en el liderazgo”, agregó el pastor de la Iglesia Presbiteriana C. N. Jenkins, Dr. Jerry Cannon. “Y tenemos centros cercanos donde residen personas mayores, por lo que queremos asegurarnos que ese sea nuestro objetivo principal, las personas de 65 años o más.

(En nuestra ubicación) Atrium Health puede cuidar a nuestros adultos mayores para que no tengan que esperar tres horas en un automóvil”.
Berry dijo que espera que el esfuerzo para proporcionar vacunas ayude a dar a los feligreses la confianza para regresar pronto a la iglesia.

El pastor de Nuestra Señora de la Consolación, Padre Basile Sede, dijo que, “la vacunación es una forma en la que todos podemos ayudar a restaurar las actividades y nuestra participación de una manera segura y saludable para que podamos apoyar el bienestar financiero, emocional, físico y espiritual de todas las personas que han estado y continúan siendo desafiadas por los males del COVID-19”.

Y mucho después de que termine la pandemia, agregó Cannon, espera que la asociación de las iglesias con los proveedores de atención médica locales pueda continuar, proporcionando clínicas de salud, atención médica e información para las comunidades desatendidas.

“Cuando veamos que tenemos la oportunidad de cerrar la brecha y brindar ese servicio, no esperemos a que los hospitales o el departamento de salud tomen la iniciativa”, dijo. “Usemos la comunidad de fe y las casas de culto para decir ‘esto es lo que vamos a hacer’ y liderar”.

— SueAnn Howell, Reportera senior